Cena de navidad, no recuerdo el día pero era diciembre de 1998, en ese momento trabajaba en Albatros logistic contratado por la ETT Manpower, yo concretamente me dedicaba a realizar los pack de Movistar, estábamos un poco puteados por eso creo, que los compañeros hicimos piña para pasarlo lo mejor posible y creo que los conseguimos.
Esa noche de diciembre, la cena se iba a realizar en el centro de Madrid, pero antes de llegar a la cena quedamos, Papa Pitufo (el mas mayor y carretillero) y conductor de su flamante R-5, Emilio (igualito a Chicho Terremoto), Oscar (igualito al javichi) y Yo. Para tomar algo en una tasca de Villaverde Bajo, después de saborear las primeras gotas de alcohol decidimos ir al restaurante donde habíamos quedado para cenar.
No se que tipo de humo había en el garito de Villaverde, pero no recuerdo muchas cosas hasta la finalización de la cena, solo se que el restaurante estaba cerca de la calle Jorge Juan.
Después de cenar nos fuimos a unos garitos de Alonso Martinez y Bilbao, desde allí y una vez que nos echaron de los garitos nos dispusimos a pillar un taxi.
¿Habéis intentado coger un taxi en Madrid a esas horas y esas fechas? Es imposible, todos los taxis que aparecían estaba ocupados, por los que nos dispusimos a ir avanzado mientras intentábamos lo imposible.
Cuando conseguimos pillar uno, nos montamos los 4 y Papa Pitufo le dijo al taxista donde nos tenía que llevar: a la esquina de Jorge Juan con Lagasca, que era precisamente donde habíamos aparcado. El taxista le miro y le dijo: Estas de coña ¿No? si ese cruce esta ahí delante, enfrente de nuestros ojos, en un lado de la calle y mas solo que la una estaba el R-5. Nos disculpamos con el taxista y nos montamos en el coche del carretillero.
Habíamos quedado en un pub de Vallecas que no cerraba en toda la noche, no recuerdo la ubicación del mismo pero acabamos allí. Ya sabéis como son esta cena y las posterior fiesta, sobre todo en mí caso que no paro de hablar, pues empiezas a conocer a gente de otros departamento que nunca has visto, a los novios, novias, esposos y esposas de los compañero, a las amistades de los mismo y así toda la noche.
Al final cuando despuntaban los primeros rayos del sol nos dispusimos a volver cada uno a su casa. Papa pitufo nos dijo que él nos llevaba hasta la parada de tren de Doce de Octubre y el resto (Alberto, Juan, Oscar y yo) nos pareció bien, a Emilio le perdimos hace tiempo. Esta vez no tuvimos que coger un taxi para llegar donde habíamos aparcado, pero si tuvimos que empujar el R-5 en mitad de la M-30 para arrancarlo.
Cuando llegamos a la estación de tren, nos despedimos de Papa Pitufo y le agradecimos que nos llevara sanos y salvo a un medio de transporte y nos dispusimos a coger el tren. La fuerza flaqueaban y las conversaciones eran casi nulas, Alberto y Oscar se bajaron en Villaverde Alto para ir a Getafe, yo me quede con Juan hasta Leganés, donde yo me bajaba y Juan continuo por lo que me contó hasta Fuenlabrada.
El lunes siguiente con los compañero empezamos ha comentar las jugadas del viernes anterior; que puntazo lo del taxi, ¿Cuándo te fuiste Emilio?, menos mal que no nos vio nadie cuando se quedo parado el coche, Emilio tu colega Juan es un buen tipo. Emilio con cara de sorpresa pregunto:
- ¿Qué amigo Juan?
- Pues es que estuvo todo el rato con nosotros en el garito de Vallecas, respondió Papa pitufo.
- ¿Pero ese chico no era amigo de Oscar?, pregunto Emilio.
- Que dice, si era amigo de Papa Pitufo, afirmo Oscar.
- Que no, que yo pensaba que era tuyo. Insistía Papa Pitufo señalando a Emilio.
- Que hijo puta pues le invite a dos cubatas creyendo que era amigo tuyo, si lo se le mando a tomar por culo. Dijo mosqueado Papa pitufo.
Después de la reacción de Papa Pitufo nos miramos y nos empezamos a reír de la situación.
Al final el tal Juan no era amigo de nadie, se acoplo en el momento justo para no levantar sospecha, todos pensamos que era amigo de alguno de nosotros y como dice el titulo de esta entrada, los amigos de mis amigos son mis amigos y le tratamos como tal.